Uno de los estados más frecuentes que acompañan a la infertilidad es la depresión. Hay que saber distinguir la tristeza, que es un sentimiento pasajero, de la depresión como condición médica.
A todos nos ocurren situaciones dificiles, que ocasionan desaliento y desesperanza, sin embargo cuando esto se convierte en un estado permanente estamos hablando de depresión.
Entre los síntomas principales de la depresión se encuentra una apatía o desgano por vivir, que algunas veces incluso hace que el o la paciente no quieran levantarse de la cama, comer o realizar las actividades que antes eran parte de su vida.
Los casos más agudos de depresión llevan a ideas negativas, como el creer que nuestra vida no es valiosa o importante; incluso es frecuente llegar a tener pensamientos suicidas.
Este tipo de depresiones deben de ser tratadas por especialistas, pues frecuentemente requieren tratamiento médico, por lo que la valoración psicológica y la ayuda psiquiatrica son necesarias.
En el caso de que sea la Infertilidad la que provoque tu depresión, debes buscar ayuda con profesionales de estos dos campos.
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