Los experimentos para congelar óvulos cmenzaron hace alrededor de 15 años, gracias a la experimentación de un científico japones, Masashige Kuwayama, quien comprobó que, con la finalidad de no dañar al óvulo, se requería un proceso cuidadoso.
Sin embargo, los avances en la tecnología y el desarrollo de nuevas técnicas, permiten que actualmente 97% de los óvulos que se congelan sean aptos.
Esta es una opción recomendable para aquellas mujeres que quieren desarrollarse económica y profesionalmente antes de tener bebés, puesto que los óvulos congelados pueden ser utilizados y reducir la posibilidad de que existan abortos o problemas de Sindrome de Down.
La congelación también es una buena idea para mujeres que están por recibir un tratamiento de quimioterapia o radioterapia, puesto que pueden preservar su capacidad reproductiva, incluso aunque
El tratamiento consiste en inducir la producción y maduración de 10 óvulos por mes, con la finalidad de que estos sean aspirados por vía vaginal; con la finalidad de que, una vez terminado el tratamiento de quimioterapia, radioterapia o simplemente cuando la mujer lo decida, su capacidad reproductiva siga vigente.
Anteriormente la donación de óvulos era la única opción, sin embargo, con este tipo de técnicas, es posible conservar la carga genética de las mujeres que serán madres.
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